Estudio nacional de costos de la VcM en las microempresas en el Perú
Investigador de la USMP advierte que hay un falso empoderamiento de las mujeres emprendedores y empresarias del Perú, pues la mayoría son víctimas por parte de sus parejas.
Investigador de la USMP advierte que hay un falso empoderamiento de las mujeres emprendedores y empresarias del Perú, pues la mayoría son víctimas por parte de sus parejas.
La violencia contra las mujeres en relaciones de pareja en Bolivia está causando una pérdida empresarial, por el ausentismo al centro laboral, de 52 millones 858 mil días al año, lo que equivale a 183 mil 536 personas trabajando a tiempo completo con cero productividad.
"Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Bolivia", la primera investigación de esta índole en el país, ha sido realizada este año por un equipo multidisciplinario dirigido por Arístides Vara-Horna, por encargo del Programa Regional ComVoMujer. El estudio concluye que las empresas pierden algo más de 1.976 millones de dólares al año (aproximadamente 13.640 millones de bolivianos), producto de la violencia contra las mujeres. El monto equivale al 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.
Según una investigación de la USMP, el 72% de microempresarias peruanas sufre de algún tipo de violencia, impactando negativamente sobre su productivdad y crecimiento potencial.
La violencia hacia las empresarias peruanas, dueñas de medianas o pequeñas empresas (mypes) formales, le resta 1.2% al Producto Bruto Interno (PBI) del Perú cada año, según un estudio de la Universidad San Martín de Porres (USMP).
La investigación ‘Los costos de la violencia contra las mujeres en las microempresas formales peruanas’ (2015) señala que el 72% de las empresarias, dueñas de un negocio que factura entre US$ 25,000 y US$ 170,000 anualmente, sufren de algún tipo de violencia por parte de su pareja.
Aunque diversos estudios internacionales han demostrado que la violencia contra las mujeres (VCM) es muy costosa, tanto para las víctimas como para la sociedad, las empresas se han mantenido al margen de esta realidad, por considerarla privada o fuera de su competencia. Sin embargo, es inevitable que las empresas asuman importantes costos cuando sus trabajadoras son víctimas de violencia por parte de sus parejas; pues éstas tienen mayores tasas de ausentismo, tardanza, rotación de personal y disminución del rendimiento, representando importantes pérdidas en la productividad laboral.
Esta es una realidad que muchas empresas peruanas la observan a diario; sin embargo, hasta ahora no se ha sabido cuánto es el costo empresarial de la VCM que sufren sus trabajadoras.
La investigación organizacional ha demostrado que existe una relación reciproca entre el trabajo y la familia, donde los efectos de una esfera afectan positiva o negativamente a la otra. De lo dicho, que las trabajadoras sufran algún tipo de violencia en sus hogares, repercutirá notablemente en su trabajo.
Lamentablemente, estudios internacionales indican que en todo el mundo, en promedio, una de cada tres mujeres es violentada en el transcurso de su vida.
La VCM afecta directamente a la productividad laboral, la seguridad en el trabajo y la imagen de la organización tanto para la clientela interna como externa. Cuando las trabajadoras sufren VCM, las empresas asumen costos inesperados. La productividad se ve afectada por las tardanzas, las inasistencias, la disminución del desempeño y la rotación de personal. En el mundo, entre el 60% y 70% de mujeres violentadas ha tenido dificultades en su rendimiento laboral y ha recibido sanciones o reprimendas en el trabajo; incluso entre 21% y 60% de trabajadoras pierde sus trabajos por razones ligadas a la VCM.
Las investigaciones demuestran que los agresores también generan gastos significativos para el empresariado. Se ha encontrado que el 75% de victimarios han usado los recursos laborales para atacar a sus parejas.
Las investigaciones demuestran que los agresores también generan gastos significativos para el empresariado. Se ha encontrado que el 75% de victimarios han usado los recursos laborales para atacar a sus parejas. Además, entre el 48% y 57% de victimarios tienen problemas de concentración en sus empleos; y entre el 42% y 52% ha perdido días laborales como resultado de sus comportamientos violentos.
El 75% de victimarios tienen problemas de concentración laboral, afectando negativamente el desempeño laboral y causando accidentes laborales. Como consecuencia, las empresas reportan 58,6 días laborales perdidos, pues, además de lo anterior, 74% acosó a sus parejas durante las horas de trabajo.
En un estudio reciente**, la Universidad de San Martín de Porres y el Programa Combatir la Violencia contra las Mujeres COMVOMUJER de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, han estimado los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en el Perú.
A continuación, algunos resultados:
Prevalencia en las empresas: 23 de cada 100 trabajadoras reportaron haber sido víctima de violencia de pareja en el último año, en un promedio de 4 ocasiones. Extrapolando estos resultados a nivel nacional, habría un estimado de 450.000 víctimas y 910.000 agresores para el año pasado. Más aún, un 15% adicional de trabajadoras dijo haber sido víctima de violencia en sus relaciones de pareja en años previos, aunque no durante el último año.
Costos: La violencia contra las mujeres en relaciones de pareja ocasiona una pérdida de 3,7% del PIB –más de US$6,7 billones – debido a 70 días de trabajo perdido. 93% de las compañías en las que se reportaron casos en las gerencias de recursos humanos señalaron que ello había afectado negativamente a su productividad, principalmente a causa del ausentismo (71%) y el presentismo (77%; presentismo es la baja en el desempeño del personal que va a trabajar, ocasionada principalmente por no estar adecuadamente focalizado/a en el trabajo).
Frecuentemente, las víctimas experimentan presentismo por muchos años, aún después que el abuso ha terminado.
Costos de los Agresores: Los agresores suman casi el 50% de todos los costos asociados a la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja, mayormente a causa del presentismo.
Este es uno de los primeros estudios en documentar el impacto de los agresores en las pérdidas de los ingresos de las empresas.
Rotación de Personal: La tasa de rotación de las trabajadoras víctimas de violencia es siete veces mayor de aquellas que no la reportan. Los costos directos e indirectos de rotación de personal son de más de $55 millones de dólares, que representan 377,000 días de trabajo perdidos.
Ausentismo y Presentismo: Entre las dos mayores fuentes de costos, el presentismo es el que genera los más altos– 73% – del total. Es muy importante señalar que los agresores producen mayores costos de presentismo que las víctimas. Las y los colegas de las víctimas que atestiguan la violencia suman el 12% de los costos totales de presentismo.
Invisibilidad: Se estima que por cada caso de violencia contra las mujeres en relaciones de pareja reportados por las gerencias de recursos humanos, hay aproximadamente 10 casos más que son desconocidos.
Alcance del desempleo: Como resultado de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja, más de 71.000 mujeres fueron despedidas y permanecen desempleadas, ocasionando una pérdida de 20,5 días de trabajo perdidos, que representan US$$2 billones anuales.
Aunque el tema es relativamente nuevo y las acciones de prevención y tratamiento de la VCM en las empresas son aún incipientes, lo cierto es que las empresas pueden comprometerse al cambio. Cualquier inversión efectiva para atender este problema, repercutirá significativamente en la mejora de la productividad laboral y en la reputación empresarial ante los stakeholders. Una primera aproximación puede ser acogerse al sello “Empresa Segura”, el cual es promovido por el ministerio de la Mujer y el programa ComVoMujer de la GIZ. Una segunda aproximación podría ser la conformación de un consorcio empresarial para combatir la violencia contra las mujeres, sobre la base de creación de políticas, promoción de mejores prácticas e incentivo para investigaciones que aporten estrategias y conocimiento.
** Para una revisión del informe completo: Vara-Horna, A. (2013). Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en el Perú. Universidad de San Martín de Porres & Agencia de Cooperación Alemana GIZ. Lima.
Los costos de la violencia contra la mujer en el Perú ascienden a 6,744 millones de dólares por año, reveló una investigación de la Universidad San Martín de Porres, que echa por tierra el argumento de que este tipo de violencia sea un asunto privado y que sus efectos no salgan del hogar.
El estudio "Costos empresariales de la violencia contra las mujeres en el Perú", elaborado por el Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos, da cuenta además que anualmente se pierden cerca de 70 millones de días de trabajo por esta problemática.
El director del citado instituto, Arístides Vargas Horna, informó al diario El Peruano que de las 750 compañías que tenían en agenda para hacer la investigación, sólo 211 accedieron. Realidad que no les sorprendió, dijo, porque todavía en el ámbito laboral no se aborda un problema endémico en el país y el mundo.
"La violencia contra las mujeres está presente en todos los países; 3 de cada 10 mujeres en el mundo sufren de violencia física ejercida por sus parejas. Este trabajo lo realizamo con apoyo de la Cooperación Alemana y es único en el mundo. Visitamos empresa por empresa, y no fue fácil".
Agresores también pierden
Otro hallazgo del estudio es que los agresores también pierden dinero, y es que, sostiene Vargas Horna, cuando los hombres ejercen violencia contra sus parejas, también faltan, tienen que acompañarlas al hospital, asisten a juicios o usan recursos de las empresas para acosar a sus parejas.
"Algunos hasta acuden al centro de trabajo de su pareja para verificar si los engañan con otro. Hay mucho “presentismo”, una forma de ausentismo laboral, es decir, trabajan, pero no al 100% porque tienen preocupaciones", agregó.
El estudio también confirmó que una fémina victima de violencia y su agresor gastan un promedio de S/. 1,000 a S/. 1,500 al año por descuentos y tratamientos médicos.
Nuevos aliados
Para el especialista, la empresa es una nueva aliada para erradicar la violencia en el hogar, y las acciones de prevención que puede implementar son de bajo costo.
"Una empresa, invirtiendo apenas el 5% de lo que pierde por violencia, puede conseguir una prevención efectiva y reducir drásticamente la violencia en un año. Debe invertir en esto como parte de su responsabilidad social que cada vez cobra mayor relevancia en todo el mundo".
Vargas Horna recordó que actualmente la empresas invierten en seguridad. Ellas destinan 12 de cada 100 dólares para que no les roben, para que su clientela no ataque a su personal, previenen el acoso sexual, el bullying y pagan encuestas para evaluar el clima laboral.